Como todo aquel que me tiene en redes sabe, en el mes de noviembre partí hacia Australia a ver a mi hermana. Hice esto tras una serie de episodios que me hacían girar en una espiral descendente y con la clara intención de formar un plan de futuro que me permitiera vivir de una mejor manera.
El primer fallo fue pensar que iba a ser más fácil de lo que realmente es.
Así en resumen : el Visado que llevé al entrar en el país no me permitía trabajar así que tenía que solicitar otro. Al no tener carrera universitaria homologada o título de formación superior, un visado de trabajo no era posible ya que solo lo conceden a profesionales cualificados. El visado de reunión familiar tampoco, al estar mi padre en España. Tras hablar con una agencia especializada en inmigración, la única opción viable para permanecer en el país ya que no tenía pareja oriunda, era un visado de estudiante.
Hasta aquí fue aceptable pues el visado de estudiante permite trabajar media jornada y tal. La cosa es que para pedir ese visado hay que tener la admisión de la universidad/escuela donde vayas a cursar estudios, un nivel de inglés determinado que te permita entender las clases, seguro privado durante todo el plan de estudios y capacidad de mantenerte durante el proceso. Contando entre tasas, examen de nivel de idioma cuyos resultados van a inmigración directamente, matrícula del primer semestre de universidad (carrera propuesta por la agencia y relacionada con mis últimos empleos para justificar el por qué del curso), seguro médico y honorarios de la agencia, nos acercamos a los diez mil euros más por arriba que por abajo.
Obviamente, yo no tengo ese dinero, pero mi familia lo pone y se ofrece a mantenerme hasta tener el resultado del visado y poder empezar a trabajar.
El trámite del visado son alrededor de dos meses durante los cuales no puedo abandonar el país, tengo que iniciar el curso aun sin respuesta de inmigración, y todo mantenido por mi familia que se mete en un agobio por la situación.
Comienza el curso, con gastos derivados de transporte... Y yo tengo que mantener una nota decente para justificar que el curso me interesa. No es un problema para mí, pero sí para el resto de los 40 alumnos inmigrantes, en su mayoría indios, que solo se han apuntado a la universidad para mantener su visado y se la suda la ética de trabajo estudiantil. Quiero decir con esto que ellos ya tienen su visado y están trabajando, si tienen que comprar los trabajos para entregar no les importa demasiado.
Así que han pasado 4 meses, intento fallido de currar, viviendo de mi familia sin poder aportar nada económicamente... Y llega el segundo fallo, me rehusan el visado.
Llegados a este punto ya llevo 3 semanas de universidad, mucho dinero gastado, y hasta un primer parcial obligatorio hecho. Tengo 35 días para dejar el país.
Las razones que da inmigración son varias, resumiendo:
No he justificado por qué hago el curso en Australia y no en España.
No he justificado como me voy a mantener los 3 años del curso.
Soy muy mayor para ponerme a estudiar porque sí y creen que estoy usando la visa de estudiante como puente para quedarme en el país y pedir la residencia (esta última parte es medio cierta pero bueno)
No pasa nada, se puede apelar y dar las justificaciones necesarias frente a un organismo neutral (un tribunal de apelaciones)
Condiciones: La apelación me permite seguir en el país pero no dejarlo durante el proceso. La apelación me aporta un visado puente con las características del visado puente que tenía anteriormente, es decir, sin permiso de trabajo. La apelación tiene un coste alto del cual solo te devuelven algo si ganas la apelación (modo fianza). El proceso de apelación suele durar unos dos años.
(comienzo tercera persona por motivos de narración) Y Mayu se pone a rumiar que tiene que estar 2 años mantenido por su hermana, pidiendo hasta para unos doritos, sin poder aportar nada ni currar en negro por miedo a ser deportado, con un coste por semestre de miles de dólares, teniendo que sacar el curso con unos compañeros que ni aparecen por clase.
Añadamos ahora la tensión de estar en una casa que aunque es donde vives, es una casa ajena, de otra familia que convive contigo pero realmente te sientes como el invitado que se niega a marcharse. Con las tensiones de la convivencia y los roces que ello conlleva.
Por último Añadamos el ingrediente de la enfermedad mental previa subyacente. Conclusión : Mayu se intenta suicidar y sucede el tercer fallo, la ambulancia le encuentra a tiempo. (fin de la tercera persona)
Como es normal, me ingresaron de forma involuntaria, comencé recuperación... Pero el internamiento en salud mental solo está cubierto en caso involuntario así que para poder tener tratamiento correcto, tenía que pagarlo.
Junto a eso está el susto y trauma de mi hermana y sobrina teniendo miedo a dejarme solo una por trabajo y otra porque tiene un bebé del que hacerse cargo.
Por éste cúmulo de circunstancias, al darme el alta hospitalaria he tenido que volver a España. He vuelto sin decírselo a nadie, sin querer hablar con nadie hasta que esté estabilizado (hace hoy un mes que me recogió la ambulancia). Por favor, no quiero NINGÚN MENSAJE, ni de apoyo, ni ¿cómo estás? Ni nada salvo que yo inicie la conversación. Cuando esté preparado y estable volveré a comunicarme, pero ahora esas cosas me van a agobiar.
Gracias por vuestra comprensión.
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