Hay muchas cosas en este mundo que no entiendo. Entre esas cosas y respecto a los resultados de las elecciones de ayer expongo unos cuantos puntos:
No entiendo como puede haber tanta desidia en España, más de 7 millones de españoles ignoran su deber y su derecho a voto, les da igual quién les gobierne, qué se haga con su sanidad, la educación de sus hijos, la subida o bajada de impuestos, todas esas cosas que surgen del gobierno y que afectan de forma plausible e inmediata a nuestra vida cotidiana.
No entiendo cómo se puede premiar la corrupción, tanto de unos como de otros, en España está extendido el pensamiento "es que si a mi me lo ponen delante, yo también me lo llevo". Eso implica per se que la mayoría de España es corrupta, por acción u omisión y vemos con buenos ojos que nos estafen porque lo que nos duele es no poder estafar nosotros. (Aún así no lo entiendo porque yo al menos no pienso así)
No entiendo el miedo irracional al cambio, las políticas españolas son cuando menos, moderadas el cambio de partido puede ser realmente ínfimo teniendo en cuenta que una legislatura inicial da para cerrar los proyectos en marcha del anterior gobierno y comenzar los nuevos proyectos, pero rara vez se ven cambios reales en los primeros años de un cambio de gobierno. Sin embargo la política del miedo, de ese famoso "que vienen los comunistas" de película de Mariano Ozores sigue presente en nuestra sociedad, lamentablemente.
No entiendo el intento de amañar la elección del pueblo, ya sea manipulando encuestas (para causar mayor estado de decepción o crear una falsa esperanza), no entiendo la manipulación impune del voto (confirmadas residencias gestionadas por el clero que han llevado inválidos psíquicos que no sabían ni donde estaban para que votasen con papeletas que ya se les daban rellenas y cerradas) a eso se le llama fraude, pero no debemos meternos con el clero, que ellos hacen mucho por nosotros (así acaba uno perdiendo la fe, no en Dios, pero sí en sus mensajeros).
No entiendo a la gente que se llena la boca con amor al prójimo, tolerancia, caridad, aceptación, heterogeneidad (ese palabro existe) y toda clase de valores ideales compartidos por todos los grupos sociales en su mayoría pero que después no reconocen aplicables a cualquiera que no pertenezca a su grupo.
No entiendo cómo perdemos el respeto por nuestros semejantes insultando alegremente a la gente por sus creencias políticas (y digo creencias porque en España la política, como el fútbol, es una religión; un hobby más que se comparte con la familia y al que no cree lo mismo que nosotros, se le excluye) cada uno puede pensar y creer lo que quiera siempre que sepa el porqué de ello y no lo haga porque "en mi familia todos votamos..." o porque "mi padre me paga para que vote tal y así me voy de fiesta". Aprendamos a respetarnos como personas y a entender que siendo, como he dicho antes, un país corrupto y por ende egoísta, cada cual votará en interés propio y le importará un bledo las repercusiones sobre el resto del país. (Aunque pueda explicarlo, no lo entiendo)
Por último, hay otra cosa que no entiendo. Sabiendo toda la corrupción, egoísmo, intolerancia, miedo, fanatismo, desinformación e incultura elegida de forma voluntaria, ¿Por qué nos sorprende el resultado de éstas elecciones? Yo no entiendo que haya lo que hay, pero puesto que lo hay el resultado (aunque para mí sea deplorable) era previsible.
Y con esto critico tanto a unos como a otros, que sin generalizar, estos comportamientos están muy extendidos en nuestra población.
Termino citando a un socialista real, que dijo una frase hace más de un siglo y sigue teniendo vigencia: "-Ramplones, que sois unos ramplones. Hay que acabar con la ramplonería de este país de charanga y pandereta". Miguel de Unamuno y Jugo.
Un besito para ellas y para ellos si se dejan.